Actualizado en junio 22, 2024
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Existen dos principios básicos en la fotografía a color, el principio del color aditivo y el de color sustractivo, que son el fundamento para la captura y revelado de imágenes en color
Color aditivo
La creación de colores mediante la mezcla de luces de color (normalmente rojo, verde y azul) en varias proporciones es el método aditivo de reproducción del color. Las pantallas de vídeo en color LCD, LED, plasma y CRT (tubo de imagen) utilizan este método.
Si se examina una de estas pantallas con una lupa suficientemente potente, se verá que cada píxel está compuesto en realidad por subpíxeles rojos, verdes y azules que se mezclan a distancias de visión normales, reproduciendo una amplia gama de colores, así como el blanco y los tonos de gris. Esto también se conoce como el modelo de color RGB.
Color sustractivo
Las mismas tres imágenes tomadas a través de los filtros rojo, verde y azul que se utilizan para la síntesis aditiva del color también pueden utilizarse para producir impresiones en color y transparencias por el método sustractivo, en el que los colores se sustraen de la luz blanca mediante tintes o pigmentos.
En fotografía, los colores de los tintes son normalmente el cian, un azul verdoso que absorbe el rojo; el magenta, un rosa violáceo que absorbe el verde; y el amarillo, que absorbe el azul. La imagen filtrada en rojo se utiliza para crear una imagen de colorante cian, la imagen filtrada en verde para crear una imagen de colorante magenta y la imagen filtrada en azul para crear una imagen de colorante amarillo. Cuando las tres imágenes de colorante se superponen, forman una imagen de color completa.
Esto también se conoce como el modelo de color CMYK. La «K» es un componente negro que normalmente se añade en los procesos de impresión por chorro de tinta y otros procesos mecánicos para compensar las imperfecciones de las tintas de color utilizadas, que idealmente deberían absorber o transmitir varias partes del espectro, pero no reflejar ningún color, y para mejorar la definición de la imagen.
Al principio puede parecer que cada imagen debería imprimirse en el color del filtro utilizado para hacerla, pero al seguir cualquier color a través del proceso, la razón para imprimir en colores complementarios debería hacerse evidente. Un objeto rojo, por ejemplo, será muy pálido en la imagen filtrada en rojo, pero muy oscuro en las otras dos imágenes, por lo que el resultado será una zona con sólo un rastro de cian, que absorbe sólo un poco de luz roja, pero una gran cantidad de magenta y amarillo, que juntos absorben la mayor parte de la luz verde y azul, dejando principalmente la luz roja para ser reflejada por el papel blanco en el caso de una impresión, o transmitida a través de un soporte claro en el caso de una transparencia.
Primeros procesos
Antes de las innovaciones técnicas de los años 1935 a 1942, la única forma de crear una impresión o una transparencia sustractiva a todo color era mediante uno de los diversos procedimientos que requerían mucho trabajo y tiempo. Lo más habitual era crear primero tres imágenes de pigmentos por separado mediante el llamado proceso de carbono y luego combinarlas cuidadosamente en el registro.
A veces, se utilizaban procesos relacionados para hacer tres matrices de gelatina que se teñían y ensamblaban o se utilizaban para transferir las tres imágenes de tinte a una sola capa de gelatina recubierta sobre un soporte final. La tonificación química podía utilizarse para convertir tres imágenes de plata en blanco y negro en imágenes cian, magenta y amarillo que luego se montaban. En algunos procesos, las tres imágenes se creaban una sobre otra mediante repetidas operaciones de recubrimiento o re-sensibilización, registro de negativos, exposición y revelado.
Durante la primera mitad del siglo XX se idearon y comercializaron diversas variantes, algunas de ellas de corta duración, otras, como el proceso Trichrome Carbro, perduraron durante varias décadas. Dado que algunos de estos procesos permiten utilizar materias colorantes muy estables y resistentes a la luz, con lo que se obtienen imágenes que pueden permanecer prácticamente inalteradas durante siglos, aún no se han extinguido del todo.
Producciones de fotografías en tres colores
La producción de impresiones fotográficas en tres colores sobre papel fue iniciada por Louis Ducos du Hauron, cuya amplia patente francesa de 1868 incluía también los conceptos básicos de la mayoría de los procesos fotográficos en color que se desarrollaron posteriormente. Para hacer los negativos de tres colores filtrados necesarios, pudo desarrollar materiales y métodos que no eran tan ciegos a la luz roja y verde como los utilizados por Thomas Sutton en 1861, pero seguían siendo muy insensibles a esos colores.
Los tiempos de exposición eran muy largos, y el negativo filtrado en rojo o naranja requería horas de exposición en la cámara. Las primeras impresiones en color que se conservan son «impresiones al sol» de flores y hojas prensadas; cada uno de los tres negativos se hizo sin cámara exponiendo la superficie sensible a la luz solar directa que pasaba primero por un filtro de color y luego por la vegetación. Sus primeros intentos se basaron en los colores rojo-amarillo-azul que se utilizaban entonces para los pigmentos, sin inversión de color. Más tarde utilizó los colores primarios de la luz con inversión de color.
Sensibilización al color
Mientras los materiales fotográficos fueran útiles sólo para el azul-verde, el azul, el violeta y el ultravioleta, la fotografía de tres colores nunca podría ser práctica. En 1873, el químico alemán Hermann Wilhelm Vogel descubrió que la adición de pequeñas cantidades de ciertos tintes de anilina a una emulsión fotográfica podía añadir sensibilidad a los colores que los tintes absorbían. Identificó tintes que sensibilizaban de forma variada para todos los colores anteriormente ineficaces, excepto el rojo verdadero, al que sólo podía añadirse un rastro marginal de sensibilidad
Al año siguiente, Edmond Becquerel descubrió que la clorofila era un buen sensibilizador para el rojo. Aunque pasarían muchos años más antes de que estos sensibilizadores (y otros mejores desarrollados posteriormente) encontraran mucho uso más allá de las aplicaciones científicas como la espectrografía, fueron adoptados rápidamente y con entusiasmo por Louis Ducos du Hauron, Charles Cros y otros pioneros de la fotografía en color.
Los tiempos de exposición para los colores «problemáticos» podían ahora reducirse de horas a minutos. Cuando las emulsiones de gelatina, cada vez más sensibles, sustituyeron a los antiguos procesos de colodión húmedo y seco, los minutos se convirtieron en segundos. Los nuevos tintes sensibilizadores introducidos a principios del siglo XX hicieron posible las llamadas exposiciones de color «instantáneas».
Cámaras en color
Realizar las separaciones de color recargando la cámara y cambiando el filtro entre las exposiciones resultaba incómodo, añadía retrasos a los ya largos tiempos de exposición y podía hacer que la cámara se desplazara accidentalmente de su posición. Para mejorar la toma de imágenes en sí, varios experimentadores diseñaron una o varias cámaras especiales para la fotografía en color. Suelen ser de dos tipos principales.
El primer tipo utilizaba un sistema de superficies parcialmente reflectantes para dividir la luz que entraba por el objetivo en tres partes, cada una de las cuales pasaba por un filtro de color diferente y formaba una imagen separada, de modo que las tres imágenes podían fotografiarse al mismo tiempo en tres placas (la película flexible aún no había sustituido a las placas de vidrio como soporte de la emulsión) o en diferentes zonas de una placa. Conocidas posteriormente como cámaras «one-shot», las versiones refinadas siguieron utilizándose hasta la década de 1950 para fines especiales, como la fotografía comercial para publicaciones, en la que finalmente se requería un conjunto de separaciones de color para preparar las planchas de impresión.
El segundo tipo, conocido como cámara de reverso múltiple, de reverso repetitivo o de reverso de caída, seguía exponiendo las imágenes de una en una, pero utilizaba un soporte deslizante para los filtros y las placas que permitía desplazar rápidamente cada filtro y la correspondiente zona no expuesta de la emulsión. El profesor de fotoquímica alemán Adolf Miethe diseñó una cámara de alta calidad de este tipo que fue introducida comercialmente por Bermpohl en 1903.
Probablemente esta cámara Miethe-Bermpohl fue la que utilizó el alumno de Miethe, Sergei Mikhailovich Prokudin-Gorskii, para realizar sus ahora célebres estudios fotográficos en color de Rusia antes de la revolución de 1917. Una sofisticada variante, patentada por Frederic Eugene Ives en 1897, se accionaba mediante un mecanismo de relojería y podía ajustarse para realizar automáticamente cada una de las exposiciones durante un tiempo diferente en función de las sensibilidades de color particulares de la emulsión utilizada.
A veces se probaron otras cámaras sencillas con múltiples objetivos con filtro de color, pero a menos que todo en la escena estuviera a gran distancia, o todo en un plano a la misma distancia, la diferencia en los puntos de vista de los objetivos (paralaje) hacía imposible registrar completamente todas las partes de las imágenes resultantes al mismo tiempo.
Para más información Additive & Subtractive Color Models
Historia química de la fotografía
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APA: (2023-03-23). Fotografía a color II. Recuperado de https://quimicafacil.net/curiosidades-de-la-quimica/historia-quimica-de-la-fotografia/fotografia-a-color-ii/
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Vancouver: . Fotografía a color II. [Internet]. 2023-03-23 [citado 2024-12-05]. Disponible en: https://quimicafacil.net/curiosidades-de-la-quimica/historia-quimica-de-la-fotografia/fotografia-a-color-ii/.
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