Actualizado en enero 9, 2024
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El material de laboratorio debe desmontarse y limpiarse lo antes posible, para evitar que los residuos de síntesis, extracción o purificación se adhieran.
La experiencia con el lavado de vajilla en casa le puede decir que los platos son más difíciles de limpiar cuando se dejan secar. Si hay una limitación de tiempo, es mejor dejar el material de laboratorio en una tina de agua jabonosa.
Recomendaciones generales
Para el lavado de material de laboratorio de vidrio, utilice los siguientes procedimientos:
- Use 2-3 ml de disolvente para enjuagar los compuestos orgánicos residuales de la cristalería en un vaso de desecho. Los compuestos deben ser altamente solubles en el solvente. El disolvente por defecto es a menudo la acetona, ya que es barata, relativamente no tóxica y disuelve la mayoría de los compuestos orgánicos. Algunas instituciones y laboratorios reutilizan su acetona («wash acetone») ya que la capacidad de disolución no se gasta después de unos pocos usos.
Como es común en los laboratorios el emplear acetona como parte de su ritual de limpieza, vale la pena recordar que el propósito del enjuague con acetona es disolver los residuos orgánicos presentes en el material de vidrio de laboratorio. No todo se disuelve en la acetona, por ejemplo, las sales iónicas son insolubles en la acetona y se enjuagan mejor con agua.
- Después de un enjuague preliminar, la cristalería debe lavarse con agua y jabón en el banco.
Es probable que la acetona residual se evapore del material enjuagado, pero es aceptable que pequeñas cantidades de acetona residual sean arrastradas por el desagüe. La acetona es un subproducto biológico normal de algunos procesos metabólicos, y tiene baja toxicidad ya que puede ser fácilmente excretado por la mayoría de los organismos.
Si utiliza detergente domestico sin diluir, es mejor utilizar pequeñas cantidades durante el lavado, ya que tienden a formar espumas gruesas que necesitan mucho enjuague (Imagen 1). En cambio, en muchos laboratorios de enseñanza e investigación ya es común utilizar soluciones jabonosas diluidas en sus estaciones de limpieza por esta razón.
Un producto que constituye una alternativa profesional para el lavado de material de laboratorio, en especial la cristalería es el detergente biodegradable «Alconox».
Enjuague toda la cristalería con unos pocos mL de agua destilada, luego guarde la cristalería de laboratorio húmeda en un casillero o cajón sobre toallas de papel para que se evapore el líquido hasta su siguiente uso en el laboratorio.
Alconox
Alconox es un detergente concentrado de alta resistencia, desarrollado especialmente para uso en laboratorio, pero para el que existen muchas otras aplicaciones fuera del laboratorio. Se puede emplear tanto manualmente como en combinación con la limpieza por ultrasonido.
El producto ha sido especialmente formulado para ser «enjuagado libre» (por ejemplo, fácilmente enjuagado con agua corriente o destilada) sin prácticamente ningún tipo de redeposición de los materiales eliminados (y no deseados), lo que se traduce en una ausencia prácticamente total de cualquier residuo.
Este detergente es de naturaleza aniónica y es ideal no sólo para la limpieza de contaminantes de todas las formas de cristalería de laboratorio, sino también para artículos de metal, plástico, cerámica, porcelana, caucho o incluso fibra de vidrio.
En la mayoría de las aplicaciones normales de laboratorio, puede ser un excelente sustituto de ácidos corrosivos y disolventes peligrosos. Además, Alconox está autorizado por el USDA, es biodegradable y es fácilmente desechable. Para la limpieza por ultrasonidos y algunas otras aplicaciones, se prefiere el detergente líquido de limpieza crítica Liqui-Nox®.
Para su uso en un microscopio electrónico o en un laboratorio de alto vacío donde se utilizan fluidos de silicona y grasas de vacío, Alconox es uno de los pocos detergentes comunes que tiene cierta eficacia en términos de eliminación de dichos materiales.
Secado de material de laboratorio
En algunas ramas de la química donde el agua puede ser un contaminante o inclusive ser un factor de riesgo al entrar en contacto con sustancias reactivas a dicha sustancia se debe de eliminar cualquier rastro de humedad en los elementos de laboratorio.
A continuación, mostraremos algunas técnicas de secado comunes en el laboratorio de química, se recomienda realizar el secado con cuidado pues al calentarse el vidrio se pueden alterar sus propiedades mecánicas y romperse, además, es necesario tener cuidado al manipular el material caliente, pues generalmente tiene la misma apariencia que cuando está frio.
Secado rápido
Si la cristalería de laboratorio seca no es necesaria de inmediato, debe enjuagarse con agua destilada y dejarse secar durante la noche (en un armario).
Pero, si se necesita rápidamente un material de vidrio seco, se puede enjuagar con acetona y dejar que la acetona residual se evapore. El enjuague con acetona funciona bien porque el agua es miscible con acetona, por lo que gran parte del agua se elimina en los residuos del enjuague.
La evaporación de pequeñas cantidades de acetona residual puede acelerarse colocando los objetos de vidrio enjuagados en un horno o estufa caliente durante un corto período de tiempo o utilizando la succión de un tubo de vacío.
La acetona residual no debe evaporarse dentro de un horno caliente (>100°C) ya que la acetona puede polimerizarse y/o inflamarse en estas condiciones. Tampoco debe ser evaporada usando las líneas de aire comprimido disponibles en el laboratorio, ya que es probable que esto contamine la cristalería con suciedad, aceite y humedad del compresor de aire.
Secado al horno y a la llama
La cristalería que parece «seca» contiene en realidad una fina capa de condensación de agua en su superficie. Cuando se utilizan reactivos que reaccionan con el agua (¡a veces de manera violenta!), es necesario eliminar esta capa de agua. Para evaporar la película de agua, la cristalería puede colocarse a 110°C y dejar secar durante la noche, o al menos durante varias horas.
La película de agua también puede ser evaporada manualmente utilizando un mechero o una pistola de calor, en un proceso llamado «secado por llama». Ambos métodos dan como resultado objetos de vidrio extremadamente calientes que deben manipularse con cuidado con pinzas o guantes gruesos.
Procedimiento para secar vidrio a la flama
Para flamear la cristalería de laboratorio, primero quite las mangas de vinilo de una pinza de extensión (Imagen 2a), ya que éstas pueden derretirse o incendiarse. Sujete el material a secar (en este caso un balón de fondo redondo), (Imagen 2b). Aplique el mechero o la pistola de calor al vidrio, e inicialmente se observará como el agua que se vaporiza de una parte de la cristalería se condensa en otra parte y se forma niebla dentro del material (Imagen 3c).
Continúe agitando la fuente de calor sobre el material de vidrio de laboratorio durante varios minutos hasta que la niebla se haya eliminado completamente y la cristalería esté a alta temperatura (Imagen2d). Si el material está sólo moderadamente caliente, el agua se condensará antes de que pueda salir por completo.
Nota de seguridad: la cristalería de laboratorio estará extremadamente caliente después del secado por llama y la apariencia del material de vidrio es exactamente igual frio o caliente. Se debe tener cuidado en su manipulación.
Independientemente de la forma en que se calienta el material de vidrio (secado al horno o a la llama), deje que el material de vidrio se enfríe en un ambiente libre de agua (en un desecador, bajo un chorro de gas inerte o con un tubo de secado, Imagen 3) antes de medir una masa o añadir reactivos.
Tubos de secado
Se utiliza un tubo de secado cuando se desean condiciones moderadas, pero no meticulosamente secas en un aparato. Si se necesitan condiciones meticulosamente secas, la cristalería debe secarse al horno o a la llama, como se indicó en la sección anterior.
Los tubos de secado son piezas de vidrio que pueden llenarse con un agente secante (generalmente Cloruro de calcio anhidro o sulfato de calcio en forma de gránulos) y conectado a un aparato mediante un adaptador para termómetro (Imagen 4 b+c) o un tubo de goma (Imagen 4d).
El aire que pasa a través del tubo es secado, eliminado del agua cuando entra en contacto con el agente secante. Dado que es importante que el aire pueda fluir a través del tubo de secado, especialmente para que el aparato no sea un sistema cerrado, el agente secante debe ser fresco, ya que los agentes secantes usados a veces pueden endurecerse en un tapón que restringe el flujo de aire. Los tubos de secado también pueden llenarse con sólidos básicos como carbonato de sodio para neutralizar los gases ácidos.
Para más información
lavado de material de laboratorio Cleaning Glassware
Secado de material de laboratorio Drying Glassware
Como citar este artículo:
APA: (2020-02-12). Lavado y secado de material de laboratorio. Recuperado de https://quimicafacil.net/tecnicas-de-laboratorio/lavado-y-secado/
ACS: . Lavado y secado de material de laboratorio. https://quimicafacil.net/tecnicas-de-laboratorio/lavado-y-secado/. Fecha de consulta 2024-12-14.
IEEE: , "Lavado y secado de material de laboratorio," https://quimicafacil.net/tecnicas-de-laboratorio/lavado-y-secado/, fecha de consulta 2024-12-14.
Vancouver: . Lavado y secado de material de laboratorio. [Internet]. 2020-02-12 [citado 2024-12-14]. Disponible en: https://quimicafacil.net/tecnicas-de-laboratorio/lavado-y-secado/.
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