Actualizado en mayo 24, 2023
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El barón Axel Fredrik Cronstedt (23 de diciembre de 1722 – 19 de agosto de 1765) fue un mineralogista y químico sueco que descubrió el níquel en 1751. Como experto en minería en la Oficina de Minas, encontró el mineral, que Cronstedt describió como kupfernickel, en las minas de cobalto de Los Hälsingland, Suecia.
Biografia de Cronstedt
Axel Fredrik Cronstedt fue uno de los destacados analistas que contribuyó al crecimiento del conocimiento químico. Nacido en 1722, era hijo de un teniente general y pudo recibir una buena educación, incluyendo tutoría en sus primeros años. Luego estudió en Uppsala, donde fue influenciado por figuras destacadas en astronomía, química y geología.
Cronstedt inicialmente pretendía seguir los pasos de su padre y convertirse en militar, pero su talento para la ciencia natural y el dibujo lo llevó a estudiar química. Debido a limitaciones financieras, ingresó a la Escuela de Minas en lugar de asistir a la universidad. A pesar de varias interrupciones en su educación, finalmente completó sus estudios y se convirtió en un profesor práctico.
El siglo XVIII fue un período significativo en el desarrollo de la química, con analistas suecos sentando las bases para futuros avances. Factores como el establecimiento de universidades, bibliotecas y la Real Academia de Ciencias de Suecia, así como los abundantes recursos naturales de Suecia, contribuyeron al progreso en el campo. Figuras destacadas como Axel Fredrik Cronstedt hicieron contribuciones significativas al conocimiento químico, a pesar de enfrentar varios desafíos durante su educación y carrera.
Primer contacto de Cronstedt con los minerales
En 1743, los campesinos se trasladaron a la capital para protestar por sus derechos y la Armada rusa se convirtió en una amenaza en el Mar Báltico. Dado que la situación política en Suecia era un tanto precaria, el general Cronstedt, que era comandante de las fortificaciones en Estocolmo y el archipiélago vecino, y que no tenía dinero del gobierno para contratar a un secretario cuando hizo una gira de inspección de estas fortificaciones, pidió a la escuela que liberara a su hijo.
Cronstedt abandonó la escuela en agosto de 1743 y viajó como secretario de su padre durante tres meses por las costas este y oeste de Suecia, donde vio su primera mina en noviembre de 1743. Muchos han pensado que fue el punto de inflexión en su vida. Pero no estaba vestido para descender a la mina y, por lo tanto, vio poco. Fue en 1744 cuando tuvo una verdadera oportunidad de estudiar las operaciones metalúrgicas. Ese verano, con la recomendación de la Escuela de Minas, Cronstedt viajó con G. G. Reuterholm para visitar las minas del pais.
Minerales y química
Al año siguiente, Tilas le aconsejó que hiciera otro tour para estudiar la producción de plata y plomo y las relaciones de los mineros con su gestión. Ese año, cuando Cronstedt ocupó el lugar de Alexander Funk, un amigo de Tilas, que se dedicaba a hacer mapas tipográficos de las áreas mineras, Cronstedt hizo varias contribuciones personales al proyecto.
Cuando Funk y Tilas discutieron sobre el trabajo del mapa, Funk retomó su posición y Cronstedt regresó a la Escuela de Minas para tomar un curso de ensayo y química con Georg Brandt, quien fue el descubridor del cobalto, el decimoquinto elemento identificado y el quinto elemento aislado en tiempos modernos. Brandt había viajado a Leyden para escuchar las conferencias de Herman Boerhaave, el químico más eminente de su época, y había obtenido su título médico en Reims. Después de una estancia en las montañas del Harz, donde aprendió todo lo que pudo sobre metalurgia, Brandt regresó a Estocolmo y al laboratorio químico de la Escuela de Minas.
Extracción de cobre
En el verano de 1746, cuando Cronstedt inspeccionó las minas de cobre, se familiarizó con la extracción de ese metal. Mientras tanto, empezó su extensa y valiosa colección de minerales. Ese mismo año tuvo una oferta para ir a Túnez a construir y operar una mina de cobre. Antes de empezar, para su gran decepción, se supo que Túnez y Argelia estaban en guerra, por lo que no pudo ir. En los últimos meses de 1746, Cronstedt acompañó a Tilas como amanuense en más viajes para hacer mapas.
Como medida temporal, Cronstedt se encargó de la biblioteca de la Escuela de Minas y tuvo la responsabilidad de preparar la institución para la inspección real del Rey Adolph Fredrik. Se hicieron más viajes con Tilas a minas de cobre y para cartografiar toda la isla de Singon. Este mapa, que podría haber tenido un interés histórico, se perdió en un incendio cuando la casa de Tilas quemó en 1751. Como Tilas era un excelente geólogo con una considerable capacidad para identificar minerales, enseñó a su joven protegido mucho. Le instó a «observar honestamente y decir la verdad en la ciencia minera».
En 1748, cuando Cronstedt terminó sus estudios, se formó una compañía minera y geológica de corta duración con Tilas, Funk y Rinman. Los frutos de esta organización para Cronstedt fueron las amistades formadas y la correspondencia entre los miembros. Como resultado de sus viajes e investigaciones de 1748 a 1753, Cronstedt compiló un relato de la «Historia Mineral de Westmanland y Dalecarlia». Este volumen, modelado a partir de un libro de Tilas sobre la «Historia Mineral de Finlandia», se convirtió en un estándar para sus sucesores. En 1754, Cronstedt, Rinman y von Swab fueron nombrados miembros de la Academia Sueca.
Estudios sobre minerales
A partir de 1755, Cronstedt tenía una casa en Skisshyttan, un lugar algo aislado donde supervisaba una mina de plata. En la casa tenía un buen laboratorio en el que, entre sus viajes, estudiaba química y mineralogía. Los informes de estos estudios fueron presentados ante la Academia Sueca. En invierno, a menudo iba a Estocolmo, especialmente en las temporadas de 1751-52 y 1755-56 cuando era miembro del Parlamento. Debido a sus habilidades conocidas, su celo y su entusiasmo por su trabajo, fue nombrado miembro de comités que estudiaban la minería, el comercio y la economía.
En 1752, junto con Anton von Swab, Cronstedt inspeccionó las minas de calamina suecas para determinar si el mineral nativo podía ser sustituido por el mineral importado para producir latón. Rinman continuó estos experimentos después de que Cronstedt hubiera hecho un trabajo considerable en el lavado, la oxidación, la descomposición y la extracción de la calamina.
Los siguientes años fueron variados. Cronstedt fue a Noruega durante seis meses, donde aumentó su colección de minerales. Con von Swab, estudió las minas de plata en Stora Kluken, los minerales en Jämtland y varios depósitos de cristal de roca y piedra caliza. En enero de 1757, había regresado a Skisshyttan para un merecido descanso. Dos veces estuvo enfermo con la fiebre del ague y una vez con la llamada fiebre de Uppsala.
Clasificación mineral de Cronsted
Mientras tanto, estaba trabajando en un manuscrito de la mayor importancia por el que es más famoso. Esta fue su clasificación mineral, una revolución de época en mineralogía. El sistema se basaba en la composición química en lugar de las características superficiales externas tradicionales de forma, color y dureza. Esta idea, que se expresó en una carta a Tilas en 1753, Cronstedt dijo que fue alentada por von Swab. Anteriormente, un químico alemán, Pott, consideró un esquema similar pero no lo desarrolló.
El primer borrador de la mineralogía de Cronstedt se envió a Rinman en 1756, y en 1757 había completado su manuscrito. El 12 de mayo de ese año, Cronstedt escribió a Tilas que no tenía planes de publicar sus ideas. Sin embargo, cuando el médico de Cronstedt vio el documento escrito, lo persuadió de que lo hiciera imprimir de manera anónima. Dos hermanos, Peter Jonas Bergius y Bengt Bergius, proporcionaron el dinero necesario.
En 1756, cuando Cronstedt había esperado recibir un nombramiento en la Escuela de Minas, fue pasado por alto a favor de un hombre más joven. Cronstedt se quejó amargamente de que debería haber tenido ese puesto, ya que había «gastado tiempo, dinero y salud en vano… ¿no eran calificaciones suficientes para ser puesto en el cargo?»
En 1758 obtuvo un puesto en Noruega para trabajar en una mina de plata cerca de Jarlsberg, pero von Swab y Tilas lo persuadieron de posponer su partida por tres meses. Durante este tiempo, Cronstedt fue nombrado superintendente de operaciones mineras en «Oster and Vasterbergslagen», un puesto que aceptó. Hasta su matrimonio, que tuvo lugar en Angelsberg, Vastervala, en 1760, vivió en la casa del superintendente. Su esposa, la hija de un coronel del ejército, Lorens Nicklas Soderhielm, era Gertrud Charlotta Soderhielm.
Ultimos años
Después de 1757, y más notablemente después de su matrimonio, Cronstedt se dedicó al estudio de la botánica, en la que se interesó desde el punto de vista práctico. Escribió a Tilas, en relación con su manuscrito sobre mineralogía, que su recreación en el campo era ahora la botánica, ya que el reino mineral le había demostrado ser una decepción porque ya no tenía el dinero ni el coraje para continuar sus estudios. La mineralogía le parecía inflexible y sin agradecimiento. Cuando completó su distinguida clasificación, su inclinación por estudiar plantas comenzó a tener prioridad sobre todo lo demás en sus horas libres.
Antes de su muerte, Cronstedt había adquirido considerable propiedad, parte de la cual provenía de su esposa. Tenía un laboratorio muy bien equipado y una gran biblioteca en su propia casa en Nysshytte. Las constantes obligaciones de sus últimos años apenas le permitían tiempo para las actividades científicas, ya que se había convertido en asesor de muchos que tenían intereses mineros.
La falta de libertad era tan desgastante que se quejaba de que era «imposible hacer trabajo químico». Rara vez iba a Estocolmo excepto cuando fue devueltoal Parlamento en 1765. Una vez más, fue nombrado miembro de esos comités en los que podía servir mejor. En el verano de 1765, solo cinco años después de su matrimonio, regresó a casa desde Estocolmo exhausto y enfermo, para morir en unos pocos días el 19 de agosto. Aún no tenía 43 años, Cronstedt se había convertido en un destacado experto en minería que podría haber hecho muchas contribuciones más si hubiera vivido.
Legado de Cronstedt
La biblioteca de la Academia Real Sueca posee unos 50 volúmenes de manuscritos que contienen los escritos y la correspondencia de Cronstedt. Más de sus cartas se encuentran en los Archivos Reales, la Escuela de Minas y la Biblioteca Real. La colección de minerales de aproximadamente 3000 artículos, que fue dejada a su hijo, fue llevada por su viuda a su nuevo hogar después de su segundo matrimonio con el Capitán G. G. Reuterholm, donde permaneció hasta 1803.
En 1753, Cronstedt había construido equipo especial para el corte y pulido de los minerales para que obtuviera una mejor concepción de la estructura cristalina. Estaba ansioso por demostrar que su país natal tenía minerales tan hermosos como cualquier otra tierra. Cuando la reina, Luisa Ulrika, mostró interés por sus especímenes, también hizo algunas recolecciones para ella. Cuando la Escuela de Minas supo que la colección fue comprada por un rico propietario de tierras danés y coleccionista que vivía en París, intentó, sin éxito, persuadir al rey para que impidiera su salida de Suecia.
Se pidió la opinión de un químico sueco muy prominente, Peter Jacob Hjelm, el descubridor del molibdeno. Faltando la apreciación de Cronstedt y sin reconocer el valor de las colecciones, el consejo de Hjelm fue dejarlo ir. Su excusa fue la falta de buenas etiquetas en los especímenes. Sin embargo, se sabía que el catálogo personal de la colección de Cronstedt estaba en poder del danés. Hjelm debe haber sido descuidado en su juicio. Lo que sucedió con la colección después de que llegó a París no se sabe. Quizás fue vendido de nuevo. El estado problemático de Francia en la era napoleónica dificultó rastrear su destino.
Contribuciones de Cronstedt a la química y la ciencia
Clasificación de minerales
Las contribuciones científicas de Cronstedt fueron significativas, y es considerado el padre de la mineralogía. Su sistema de clasificación fue un avance en el campo y fue elogiado por Abraham Gottlob Werner, un prominente geólogo.
Cronstedt creía que era necesario comprender mejor la ciencia y que se necesitaba una clasificación adecuada de los minerales. Creó un nuevo sistema que comprendía cuatro clases: tierras, betunes, sales y metales.
Las tierras se dividieron en nueve divisiones, y los betunes eran ámbar, petróleo, asfalto y azufre. Las sales se agruparon juntas, y los semimetales se clasificaron con los metales.
Aunque había errores según las vistas actuales, el valor de su clasificación química es innegable.
Aceptación y Aprobación
Como todas las innovaciones, la nueva clasificación no fue aceptable para todos. Von Swab la aprobó, y Tilas no quedó del todo satisfecho, ya que había ayudado a otro estudiante, Wallerius, a organizar un sistema mineral.
Después de la muerte de Cronstedt, Linnaeus finalmente expresó su aprobación en la duodécima edición de su «Systema Naturae», aunque estaba inclinado hacia otras direcciones.
Von Engestrom, discípulo tanto de Von Swab como de Cronstedt, afirmó que Cronstedt era el verdadero autor del nuevo sistema mineral y que tenía un manuscrito original disponible en ese momento para demostrarlo.
Una edición alemana incompleta pronto se utilizó como texto en la Academia de Minería de Freiberg, que era la mejor de Europa. Con su éxito asegurado, se imprimió una segunda edición 16 años después de la muerte de Cronstedt, con un considerable beneficio.
Las astutas opiniones de Cronstedt sobre muchos minerales son demasiado numerosas para mencionarlas, y aunque hubo errores, el valor de su clasificación química es innegable. Sus contribuciones a la mineralogía y la botánica han dejado un legado duradero en la comunidad científica.
El Descubrimiento del Níquel por Cronstedt
Cronstedt es conocido por los químicos como el descubridor de un nuevo semimetal, al que llamó níquel. El níquel había sido utilizado en aleaciones por los chinos sin identificación, y fue inicialmente llamado «kupfernickel» debido a su semejanza en color con los minerales de cobre.
El estudio cuidadoso de Cronstedt de una tierra similar encontrada en una mina de cobalto en Helsingland lo llevó a concluir la presencia de una nueva sustancia elemental. Preparó la calx, el sulfuro y una aleación de cobre del elemento, al que llamó «níquel». Se utilizaron todos los medios conocidos para verificar sus conclusiones.
Controversia y Aceptación
Aunque este informe fue aceptado por muchos químicos, otros se negaron a estar de acuerdo. Dos franceses, Sage y Monnet, aseguraron a sus lectores que el cobalto y el níquel eran en realidad lo mismo.
El problema fue examinado de manera magistral por Torbern Bergman, quien demostró que el níquel de Cronstedt había estado algo contaminado. Con gran cuidado, Bergman preparó una forma pura que era atraída por un imán y mostraba todas las características de un nuevo elemento similar al hierro.
Las dudas no se resolvieron por completo hasta 1811, después de las investigaciones de Proust, Richter y Tuppiti, quienes entre ellos aislaron y distinguieron las sales de níquel como nuevas entidades. Durante muchos años, los químicos europeos desconocían el uso del níquel, y no fue hasta el avance científico que se reconoció su importancia práctica.
A pesar de la controversia que rodeó su descubrimiento, las contribuciones de Cronstedt a la química y mineralogía fueron significativas. Su estudio cuidadoso del níquel allanó el camino para investigaciones y comprensión adicionales del elemento. Hoy en día, el níquel se utiliza ampliamente en varias industrias, y su importancia no puede ser exagerada.
Kupfernickel
El nombre de kupfernickel surgió porque el mineral tiene una apariencia similar al cobre (kupfer) y los mineros suponían que un duende travieso (níquel) era la causa de la imposibilidad de extraer cobre de dicho mineral. Cronstedt llamó níquel al metal aislado por el en 1754.
El uso del soplete en el análisis químico de Cronstedt
El exhaustivo trabajo analítico de Cronstedt se llevó a cabo antes de los procedimientos sistemáticos y los inventos modernos. Los reactivos que tenía a mano eran los pocos ácidos, bases y sales inorgánicas que se conocían en la Edad Media.
Historia del Soplete
No está claro a quién pertenece el honor de introducir el soplete como instrumento para el análisis químico. El soplete se había utilizado en las artes antes de que lo adoptaran los químicos. Anteriormente, se utilizó en el proceso de soldadura por parte de los orfebres y por los vidrieros venecianos para soplar vidrio fundido en moldes pequeños.
El soplete se introdujo en Suecia para análisis químicos especiales por uno de tres hombres. En 1746, Sven Rinman utilizó el instrumento para investigar una tierra de hierro-estaño que sometió a licuación. Von Swab realizó pruebas con soplete en minerales en 1738, pero como no publicó nada sobre el tema, no se puede determinar qué tan extensas fueron sus investigaciones.
Uso del Soplete por Cronstedt
Von Engestrom insistió en que Cronstedt fue el primer hombre en pensar en el uso del soplete para investigar minerales. Al emplear reactivos fusibles yal observar los cambios producidos por estos fundentes, Cronstedt juzgó con certeza la composición de los minerales. Cuando se estableció, este método permitió a los investigadores detectar pequeñas diferencias en la composición de manera simple y precisa. Sobre esta mejorada forma de análisis, Cronstedt basó su sistema de mineralogía.
Durante estos años en los que los medios de comunicación eran menos confiables y menos rápidos, Cronstedt trabajó casi solo. Alcanzó un alto grado de habilidad en el uso del soplete antes de que alguien fuera de su pequeña esfera supiera lo que había logrado. Cuando Von Engestrom publicó la primera edición en inglés de la mineralogía, agregó un capítulo sobre el soplete que describía los métodos de Cronstedt para manipular este instrumento.
Las mejoras de Bergman hicieron que el soplete fuera indispensable. Gahn, sucesor de Bergman, se volvió aún más experto. Los instrumentos posteriores estaban hechos de plata o hierro estañado con una punta de latón. La llama era producida por una lámpara. Para el equipo portátil diseñado por Cronstedt, se sustituyó la lámpara por una vela.
La base que Cronstedt construyó tenía una estructura sólida, que se desarrolló muy lentamente durante los siguientes 75 años. Hoy en día, el soplete todavía se utiliza en análisis químicos.
Otros aportes
Además de sus documentos sobre el níquel, Cronstedt escribió otros seis, que mostraron su interés por encontrar recursos que pudieran tener un uso económico para Suecia. En un documento de 1753, escribió sobre la escasez de yeso en Suecia y su valor como agente endurecedor cuando se mezcla con agua e ignición. También estudió un agua mineral de la que se podía precipitar la plata e investigó las propiedades de un tinte azul encontrado en la hierba de trigo, con la esperanza de encontrar un sustituto del índigo.
Los documentos de Cronstedt también incluyeron estudios sobre el uso de hogares de hierro en hornos, la pérdida de calor en los hornos de hierro y el impacto de los incendios forestales en el suministro de materiales de construcción y carbón vegetal para la producción de hierro. Exploró el uso de materiales alternativos como ladrillos, baldosas y pizarra para la construcción y realizó una encuesta económica de depósitos de pizarra, arcillas para cerámica y la infraestructura de transporte requerida para los productos terminados.
El trabajo de Cronstedt en la clasificación de minerales, la introducción de nuevas técnicas analíticas y las aplicaciones prácticas de la información química en el laboratorio lo convirtieron en un modelo para futuros químicos e investigadores. Sus contribuciones son reconocidas en el mineral crondstedtita, nombrado en su honor. A pesar de ser mal interpretado en su vida, Cronstedt representa al científico investigador dedicado, impulsado por la curiosidad y el deseo de buscar la verdad al servicio de la ciencia y su país.
Para más información El descubridor del níquel
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APA: (2019-12-23). Axel Fredrik Cronstedt. Recuperado de https://quimicafacil.net/infografias/biografias/cronstedt-niquel/
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